sábado, 7 de enero de 2012

Tiempo

Me siento, coloco y decido empezar a escribir, cuando podría hacer otras muchas cosas. No se pasa por mi cabeza otra cosa que ella… Me comienzo a dejar llevar por las teclas, sé que este será otro intento para poder escribir lo que siento y no se si seré capaz. Un escalofrío me recorre entera, cada vez que pulso una tecla. Esto es demasiado raro para mí, me gusta sentir cosas nuevas pero quizá no algo así.

Ya hace algún tiempo, alguien, me pregunto que qué era lo que más deseaba en el mundo, y le conteste que lo que mas deseaba, era poder ver como algo nuevo aquello a lo que ya me había habituado, para así poder sentir de nuevo todo aquello que algún día sentí. Me contesto sin dudarlo que eso era a lo que realmente tenía miedo.

Meditándolo, ahora tranquilamente, me doy cuenta de que en una parte tenía razón pero no del todo. Tengo miedo pero no de no poder ver aquello con ojos nuevos, sino que me daba miedo no poder experimentar las sensaciones que producían en mí, el no tener contacto con algo novedoso para mí.

Cuando llegas a un sitio nuevo todo cambia, mientras tú te das cuenta que el tiempo se a olvidado de ti y no se toma ni un respiro, ni te lo da a ti.