Después de tanto tiempo, no puedo evitar sentirme como el primer día.
En mi mente no aparecen otras palabras que no sean tu nombre, Beatriz,… Beatriz. Despertarme a tu
lado es un placer, sentir tu calor junto a mí. Una caricia tuya hace brotar en mí
tantas sensaciones, tú eres fuego y tranquilidad. Tú, solo tú.
Agárrame, esta vez me dejare caer, tú serás la que me salvarás,
lo sé. Tu mi luz y mi oscuridad, tan necesarias. Tú le das la forma y volumen a
las cosas y principalmente a mí, sobre todo a mí.
Estar a tu lado, ya sabes que es mi paraíso. Que algún día te
contaré, y entonces entenderás. Hoy solo quiero estar a tu lado, sentir que me
miras con esos ojos marrones que me llevan a la locura.
Morena,
hoy no te escapas.