domingo, 24 de febrero de 2013

Beatriz...


 
La luz, hoy solo tiene la función de iluminarte para que yo te vea. La contemplación, es lo que me define a mí ahora. Respiro profundamente para poder enfrentarme a ti como debo de hacer. 

Te acercas a mi suavemente y sin ninguna prenda. Entonces decido  lanzarte a la cama, acercarme a ti, cubrirte levemente con una sábana. En ese mismo momento siento la necesidad de quitarla de en medio y contemplarte completamente desnuda. 

Elijo bien mis movimientos, cojo un carboncillo y un bloc de dibujo. Mientras la música suena de fondo, me deleito con tu cuerpo y esa sonrisa. Me siento enfrente de ti y desde ahí siento tu olor,…delirante. 

Comienzo dejándome llevar por los movimiento leves de muñeca, que me hacen, poco a poco, forman un boceto de tu cuerpo, espléndido y deslumbrante. 

Mediante sombras y luces comienzo a ver tu hipnótico cuerpo. Pero en un momento todo cambia……


Tu mirada se intensifica, mi corazón se acelera. Te lames los labios, y ya solo tú y yo sabremos que pasará…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Agua que fluye tranquila y segura en su camino.
Juntas, mezcladas, superpuestas
te deslizas por mis rincones, me introduzco en tus profundidades coralinas.
La brisa de los alientos se intensifica,
noto el latir de tu oleaje aproximándose.
Se desencadena la tormenta
chocan nuestros cuerpos,
agua, pasión y roca,incendiado vaivén
al borde del acantilado pronunciamos nuestros nombres,
los dedos entrelazados, firmes
saltamos.